Miel Cruda de MONTAÑA

La miel cruda de MONTAÑA Apicum, es una mezcla de miel con origen nectarífero y también del mielato que se obtiene del néctar floral de la vegetación salvaje y de la secreción de las encinas.

Los colmenares se caracterizan por estar situados en altitudes altas sobre el nivel del mar. Una de sus cualidades más destacadas es la de que su polen es variable. Suelen combinarse diferentes tipos de plantas y árboles como eucaliptos, brezos y tomillos, por lo que dependiendo de la temporada se obtiene diferentes tipos de miel.

Propiedades de la Miel Cruda de MONTAÑA

A la miel cruda de montaña se le han atribuido propiedades muy beneficiosas para el organismo, ya que aportan gran cantidad de vitaminas y minerales como el hierro, el magnesio o el potasio.

Un alimento muy saludable de alto valor nutricional. Aconsejada tradicionalmente en el tratamiento de inflamaciones ginecológicas causadas por virus y bacterias. Así como, para ayudar a aliviar la tos o tomar en estados de resfriado, gripe y el dolor de garganta. Muy rica en sales minerales, especialmente interesante en la anemia ferropénica gracias a su alto contenido en hierro.

También se le atribuyen fuerte propiedades antimicrobianas para el refuerzo del sistema inmunológico y como un laxante natural que favorece, además, la digestión.

Aroma y color de la miel Cruda de MONTAÑA

Su aroma es floral muy intenso. Su color es ámbar más o menos oscuro, puede variar dado por las diferentes procedencias del polen que recolectan las abejas de distintos orígenes botánico.

Textura y sabor de la miel Cruda de MONTAÑA:

El sabor es dulce, intenso y persistente con ligeras notas que pueden ser ácidas muy agradables al paladar, también con algunas notas de toque amargo. Su cristalización la hace tener una textura sólida, cremosa y muy fácil de untar, al calentarla con la saliva propia crea una gran explosión de sabores en nuestro paladar.

Al cristalizarse se puede recuperar su estado más líquido, con tan solo poner el frasco al baño maría a una temperatura que no supere los 40°C. Para conservar todas sus propiedades intactas y naturales.